Una parroquia en clave Sinodal – Inicio Curso Pastoral 2021/2022

Iniciamos este nuevo curso pastoral 2021/2022. El lema pastoral escogido para este curso es “una parroquia en clave sinodal». Lema pastoral siguiendo las orientaciones del papa Francisco, y de la carta pastoral de nuestro obispo Mons. Lorca Planes para la acción pastoral diocesana de los próximos años.

¿Que pretendemos? ¿Hacia donde dirigimos nuestros pasos como comunidad parroquial? Hacia una opción realmente misionera y evangelizadora, que nos haga entender que la sinodalidad no es un simple estar todos reunidos, sino que afecta a la misma identidad parroquial, a sus procesos, proyectos y estructuras, que supone desprendimiento, apertura, acogida, escucha, salida de uno mismo y participación corresponsable en la vida parroquial; somos provocados para salir de esa zona de confort que ofrece una realidad ya consolidada, como es la figura de la parroquia que se deja llevar por la inercia de tantos años de historia, la nuestra desde 1856, superar este latiguillo que frecuentemente escuchamos: ”siempre se ha hecho así”.

Nuestra parroquia, que quiere ser Iglesia en salida, con vocación misionera, no debe dudar en acoger esta voz del Espíritu que clama por una conversión pastoral, para que salgamos de todo anquilosamiento y nos disponga a ser signo creíble de un ‘caminar juntos en Cristo’ de hecho y de derecho.

Un modelo de Iglesia sinodal es lo que se espera para nuestra parroquia, según las palabras del Papa Francisco. Ya el Concilio Vaticano II inició este proceso de conversión al definir la Iglesia como Pueblo de Dios en el que Jerarquía, laicado y vida religiosa son miembros plenos de la Iglesia por la dignidad que da el bautismo haciendo a todos, participes del sacerdocio, profetismo y realeza del mismo Jesucristo. A lo largo de estos más de cincuenta años -después de realizado el Concilio- no se ha podido consolidar tal modelo e, incluso se ha desvirtuado, con el clericalismo que tanto ha denunciado Francisco y que no parece fácil desmontarlo. Pero el Papa sigue insistiendo, utilizando ahora este término -sinodalidad- que significa “caminar juntos”.

“Caminar juntos -enseña el Papa Francisco- es el camino constitutivo de la Iglesia; la figura que nos permite interpretar la realidad con los ojos y el corazón de Dios; la condición para seguir al Señor Jesús y ser siervos de la vida en este tiempo herido. Respiración y paso sinodal revelan lo que somos y el dinamismo de comunión que anima nuestras decisiones. Solo en este horizonte podemos renovar realmente nuestras pastoral y adecuarla a la misión de la Iglesia en el mundo de hoy; solo así podemos afrontar la complejidad de este tiempo, agradecidos por el recorrido realizado y decididos a continuarla con parresía”.

La sinodalidad no es un mero sentimiento de estar todos reunidos. Y aquí viene la dificultad de hacerlo realidad porque cambiarnos a nosotros mismos -las personas- supone demasiado desprendimiento y apertura; modificar -las estructuras- implica transformaciones reales que dan mucho miedo y no digamos la dificultad que trae proponer -procesos y acontecimientos sinodales- que se realicen de manera diferente a lo que estábamos acostumbrados.

Desde la eclesiología que nos está proponiendo el papa Francisco para realizar una sincera y profunda conversión pastoral parroquial, debemos superar la barrera de desigualdad ha vivido la jerarquía y el laicado y que ha llevado a que no todos participen en los niveles de decisión eclesial, será una tarea muy ardua y difícil.

Una parroquia que no asume los modelos eclesiales que el Espíritu va suscitando, no puede mantener su vitalidad, significado e identidad.

Es urgente e indispensable que todos los fieles tengan voz y voto para dar testimonio de una iglesia Pueblo de Dios para que todos crezcan; para vivir el compartir y el dialogar como servicio; para hacer posible la iglesia de “la mesa común” viviendo en una fraternidad/sororidad, signo del Reino. Lo decisivo y lo que se pretende no es soló vivir la sinodalidad en la Iglesia, sino la sinodalidad de toda la Iglesia.

Pongámonos en camino para hacer posible este nuevo modelo de proceder eclesial. Muchos fieles, manifestáis vuestro escepticismo, afirmando que es “muy difícil que nuestra jerarquía dé un paso decisivo en este sentido. Queda muy bonito en los papeles, favorece una imagen atractiva ante la sociedad. Pero… realmente todo esto son hermosos ideales, sueños de sinodalidad, que quedan muy bien para redactar múltiples documentos, pero que, al final, siempre, la decisión, las opciones, las iniciativas están miradas con lupa por parte de la jerarquía, que si no sintonizan con sus criterios, meten la mano y las cercenan de raíz, y prohiben cualquier tipo de iniciativa que no sintonice con sus planteamientos. En nuestra parroquia esto ha sido evidente y palpable, en todo el largo y proceloso camino de la construcción del nuevo Centro Parroquial.”

Ojalá que todos los fieles tengan ese pleno derecho de participar en instancias de decisión y de gobierno; que nuestra parroquia, diócesis, no duden en acoger esta voz del Espíritu que clama al cielo por un cambio para que la Iglesia salga de su anquilosamiento y se disponga a ser signo creíble de un “caminar juntos” de hecho y de derecho.

Que a lo largo de nuestro caminar parroquial en este nuevo curso pastoral, vayamos alcanzando la unidad en la pluradidad, que alcanzemos el todo en las partes, lo que se viene definiendo como el sensus eclesiae, dinámicas comunitarias de la escucha, del diálogo, donde el centro sea Cristo, que nos facilite la fraternidad, la apertura a la corresponsabilidad y al sentir de una forma vital nuestra pertenencia a la comunidad cristiana parroquial de San José.

“ La escucha recíproca, el intercambio y la comunicación, el compartir y la solidaridad, el deseo de llegar a un consenso, a una convicción común. Esto requiere la voluntad de colaborar y cooperar, de aceptar y acoger, de dar y de recibir. Esto supone relaciones impregnadas de respeto y de caridad, de humildad y de pobreza. Así es el espíritu sinodal.” (B. Franck. “La experiencia sinodal”. Revista Communio)


Os presentamos 4 documentos que nos sirven como faros que nos guían en nuestra reflexión, estudio, profundización y diálogo sobre la sinodalidad de la Iglesia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1.-  Por una Iglesia sinodal. Comunión. Participación. Misión

La Iglesia de Dios es convocada en Sínodo. El camino, cuyo título es «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión», se ha iniciado el fin de semana 9/10 de Octubre en Roma, y en nuestra Iglesia diocesana el 17 de Octubre.Una etapa fundamental será la celebración de la XVI Asamblea general de los Obispos, en el mes de octubre de 2023. Este documento preparatorio incide en la importancia de un caminar juntos, participando y compartiendo la misión de la iglesia, manifestando así la naturaleza de la iglesia como Pueblo de Dios peregrino y misionero.

El presente documento preparatorio se ofrece como servicio al camino sinodal, en particular como instrumento para favorecer la primera fase de escucha y consulta del Pueblo de Dios en las iglesias diocesanas (octubre de 2021 – abril de 2022), con la esperanza de contribuir a poner en movimiento las ideas, las energías y la creatividad de todos aquellos que participarán en el itinerario y facilitar el intercambio de los frutos de sus compromisos.

 

2.- Diez cosas que el Papa Francisco quiere que sepas sobre la Sinodalidad.

La editorial Publicaciones Claretianas ha editado en este mes de Octubre 2021, este nuevo libro que consideramos será un material importante de cara a la preparación del sínodo en su fase diocesana.

Este nuevo libro viene a engrosar la serie “Las diez cosas que el papa Francisco quiere que sepas…”, un conjunto de libros de calidad, que quieren proponer una lectura sistemática y sencilla de las cuestiones más importantes del magisterio del pontificado del papa Francisco.

Dirigido a todo el pueblo de Dios, el presente ensayo cuenta con el prólogo del propio Cardenal Grech, Secretario General del Sínodo de los obispos, desde cuyo dicasterio se está animando el importante esfuerzo que se hará en toda la Iglesia durante este próximo año, hasta que el año 2023 se celebre el Sínodo de los Obispos. Monseñor Jiménez Zamora, Obispo coordinador de la preparación del Sínodo De la CEE, por su parte, ha querido realizar el epílogo del libro que, en sus palabras, será una “publicación que ayudará en la reflexión y la participación en el proceso sinodal”.

 

3.- Pueblo de Dios en Camino. Proyecto Pastoral para los cursos 2021-2022

Nuestro Obispo Diocesano D. José Manuel Lorca Planes, presenta este documento, como el mismo lo indica: » En el contexto de este trienio pastoral viviremos todo un acontecimiento eclesial que nos invitará a ponernos a la escucha del Espíritu para poder discernir y caminar como verdadero Pueblo de Dios. Tendremos, por tanto, que renovar nuestra esencia, abandonar las rutinas para dejarnos impregnar de la vida nueva en el Espíritu y experimentar toda la riqueza de este camino sinodal que el Papa Francisco ha puesto en marcha (…) Se llama en este año a todo el Pueblo de Dios a la participación. Para emprender este camino sinodal habremos de profundizar en la espiritualidad de la comunión, reflexionando sobre la esencia de la Iglesia como Pueblo de Dios convocado por el Padre y guiado por el Espíritu Santo para formar en Cristo un Sacramento. (págs. 29-30)

 

4.- El Sueño de una Iglesia Sinodal.

La Editorial Ciudad Nueva publica este volumen (mayo 2019) para dar inicio a una colección que tiene como título Ekklesía: Senderos de comunión y diálogo.  Pretende formar parte de un proyecto internacional que tiene como objetivo ser una invitación a caminar y comprometerse en la búsqueda de lenguajes para comunicar el Evangelio al mundo de hoy.

Este libro va dirigido a todos los cristianos que se saben llamados a ser protagonistas juntos del camino de un pueblo, comunión y diálogo y servicio a la comunidad de los discípulos de Jesús.


ORACIÓN AL COMENZAR EL CURSO PASTORAL PARROQUIAL 2021-2022

Al comenzar este nuevo curso pastoral 2021 – 2022, te decimos:

Pon Señor en nuestro ojos miradas serenas que infundan confianza y serenidad.

Pon en nuestra boca las palabras adecuadas para orientar las acciones correctas, hablar de amor y difundir tu mensaje, proclamar tu reino.

Pon en nuestra mente pensamientos rectos, limpios, justos, firmes, renovadores.

Pon en nuestros oídos la capacidad de escucha, y la actitud idónea para escuchar a cuantos me necesiten.

Pon en nuestros labios sonrisas auténticas y palabras prudentes que infundan paz, acogida, alegría y optimismo.

Pon en nuestras manos las caricias más tiernas y el soporte más firme para quienes las demanden.

Pon en nuestro corazón los sentimientos más nobles y la capacidad de amar sin límites.

Pon en nuestros pies la fuerza de caminar sin desfallecer, hasta hacer realidad las utopías que nos ayuden a hacer de nuestra parroquia una Iglesia sinodal de todos, y con todos, de hermanos que caminan juntos, siguiendo tus huellas, Jesús. Amén